Colaboro desde el año 2014 con organizaciones sociales que promueven la salud sexual y reproductiva de las mujeres, como un foco clave para garantizar su autonomía y la sostenibilidad de sus planes de vida. Sin embargo, es raro que se involucre a hombres como interlocutores en las estrategias de comunicación sobre decisiones reproductivas y cuando se trata de anticoncepción, la industria farmacéutica no ofrece aún opciones para que se involucren. Los únicos métodos anticonceptivos para los usuarios masculinos son los condones y la vasectomía; sin embargo, este segundo está sub-utilizado y rodeado de desinformación y narrativas “barrera”. Desde la experiencia de un diplomado que estoy llevando en la UARM surgió el elaborar la propuesta de investigación y el presentarla al FAI para tener un fondo inicial que me permita hacer trabajo de campo.
Cada año en noviembre, el gobierno peruano implementa una campaña nacional para difundir información y brindar gratuitamente el método de vasectomía en hospitales de nivel 2 y 3 en todo el Perú.
La vasectomía o esterilización masculina es un método anticonceptivo permanente con 99% de efectividad, pero aún bajo en popularidad entre los hombres; especialmente cuando se le compara con el número de mujeres que acceden a su equivalente, la ligadura de trompas, una operación de mayor costo para el Estado, así como médicamente más compleja y riesgosa.
Mediante herramientas cualitativas y un posterior análisis de los hallazgos desde la teoría de las masculinidades y los estudios sobre las relaciones sociedad-estado, en este proyecto de investigación se explorarán las barreras socioculturales y de información presentes en potenciales usuarios y sus parejas en relación a la vasectomía como una opción de planificación familiar, cuando ya no se desea tener más descendencia.
Considerando que en Perú, la política de planificación familiar ha sido históricamente marcada por la discriminación étnico-racial y de clase (entre 1996 y 2000 el Estado peruano ejecutó un Programa de Planificación Familiar del Estado en el cual se vulneraron los derechos reproductivos de hombres y mujeres), el estudio se realizará en la zona de Huancabamba, una de las ciudades con la tasa más alta de reportes de esterilizaciones forzadas en la región de Piura, que es a su vez una de las regiones más afectadas por la campaña de esterilizaciones forzadas ejecutada durante el régimen fujimorista.
Me parece necesario examinar críticamente el pasado y cómo las heridas que deja se fusionan con las desigualdades de género vigentes. Considero que el escenario peruano nos invita a complejizar la mirada sobre las barreras que existen, considerando no solo aquellas de conocimiento o las socioculturales originadas en los estereotipos de género, sino también aquellas presentes en el imaginario y asociadas a la debilitada confianza en el Estado como prestador de servicios y emisor de mensajes de promoción de salud reproductiva, en específico de métodos anticonceptivos permanentes.
En Perú, la Defensoría del Pueblo y algunos textos académicos han llamado la atención sobre cómo es que las políticas de planificación familiar en décadas pasadas han sido usadas como formas de eliminación de la pobreza, lo cual es problemático y constituye un caso entero de discriminación contra hombres y mujeres indígenas de bajos recursos.
Las campañas de 'planificación familiar' eran intensas en aquella época, se hacían "festivales", y si bien no se tiene un reporte preciso de las vasectomías no consentidas, en informes de la Defensoría del Pueblo y de la Comisión especial sobre Actividades de Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria se reportan casos de ausencia de documentos que acrediten consentimiento en las historias clínicas auditadas, así como ausencia de normas reguladoras para asegurar la libre decisión y consentimiento de personas que no hablaban castellano o en situación de analfabetismo.
Si bien este tema fue excluido de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, y esto ya ha sido autocríticamente señalado por sus principales comisionados, es importante señalar que las esterilizaciones forzadas constituyen un acto atroz en la historia del Perú, con efectos que es necesario seguir explorando mediante la investigación con la finalidad de identificar variables pertinentes para una crítica y mejora de las políticas públicas en relación a la anticoncepción masculina y a la justicia reproductiva en general.
El Fondo de Apoyo a la Investigación (FAI) otorgado por el VRI es un fondo no concursable con el propósito de promover iniciativas valiosas. Este 2023, el FAI tendrá tres convocatorias, en las que además de la investigación, se consideran también apoyos para la innovación y la creación de la comunidad universitaria. Conoce las fechas de la segunda y tercera convocatoria en el siguiente enlace.