La presentación contó con la participación del magíster Ángel Colunge Rosales, coordinador del proyecto y docente del Departamento Académico de Comunicaciones, y de las fotógrafas Rosa Villafuerte Salinas y Patricia Marín Casafranca, quienes participaron en la creación de este fotolibro. Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del doctor Aldo Panfichi, Vicerrector de Investigación de la PUCP.
El fotolibro es un proyecto visual que reúne las imágenes de los cuatro primero talleres de fotografía social del proyecto TAFOS (1986-1998) y fue producido gracias al financiamiento del Vicerrectorado de Investigación de la PUCP (VRI), luego de ganar el Concurso Anual de Proyectos 2021 (CAP) en la categoría de investigación - creación.
Dialogamos con Ángel Colunge, con el propósito de conocer con mayor detalle el sentido del proyecto y sobre el proceso de elaboración del fotolibro.
1. ¿Cuáles son tus sentimientos o reflexiones posterior a la presentación del fotolibro?
Tengo una sensación de mucho agradecimiento por todas las personas que se han interesado por el fotolibro. Sin embargo, todavía no he reflexionado a profundidad pues están pendientes las presentaciones en Cusco y Ayaviri. Creo que recién cuando pasen estos eventos podré tener un panorama de los alcances del fotolibro dentro de estos espacios de circulación. Como en muchos proyectos similares, la vida del fotolibro tiene ahora su propio camino. Por eso entiendo este estadío como una etapa más en el proceso de investigación.
2. ¿Cuán largo fue el proceso y qué dificultades encontraste en el camino para llegar al resultado final (publicación del fotolibro)?
La investigación y la elaboración del fotolibro ha tomado dos años. El 2022, junto a Patricia Díaz, hemos llevado a cabo una parte del trabajo de campo por medio de entrevistas y grabaciones en Lima, Cusco y Puno. El segundo año lo dediqué íntegramente a la producción del fotolibro en coordinación con una selección de fotógrafos y fotógrafas de los talleres de Ocongate, El Agustino, Guamán Poma y Ayaviri. El desafío más interesante de este proceso ha sido comprender lo que llamo el entrecruzamiento de las miradas y significados que surgieron entre las imágenes, quienes hicimos la selección y el proceso de edición final. Si bien el fotolibro se nutría de las imágenes de los cuatro primeros talleres del proyecto TAFOS, había un concepto que debía desarrollarse, el de la formación. Esto significaba buscar entender lo que eso significó y las reflexiones que emergen ahora con el paso del tiempo. Es por eso que la formación de TAFOS no es el único enfoque del fotolibro, se trata también de la formación de una manera de representar la identidad nacional y de la formación de un nuevo proyecto visual desde lo contemporáneo.
3. ¿Sientes que realizar la presentación del fotolibro en las instalaciones del LUM refuerzan el mensaje total de este proyecto?
Llevar a cabo la presentación en el LUM tenía como objetivo afirmar una posición política y ser coherente con el espíritu programático del proyecto TAFOS. Creo que el LUM es un lugar que permite el disenso, el desacuerdo, es un espacio de latencia discursiva y creo que eso es saludable frente al totalitarismo de las narrativas unidimensionales
4. ¿Cuáles son los siguientes pasos a tomar ahora que se ha presentado el fotolibro?¿En qué proyectos estarás trabajando?
El fotolibro está en proceso de presentación, nos falta Cusco y Ayaviri. A la par, con Patricia Díaz estamos en la etapa de edición de un corto documental con las entrevistas e imágenes de la investigación. Por otro lado, en la línea del trabajo con archivo, fotografía y memoria, junto al profesor Carlos Zevallos Trigoso estamos reactivando los productos de una investigación que realizamos el 2016 sobre la representación de la violencia en el taller de fotografía social de San Marcos. El 5 de abril tenemos un evento junto a otros colectivos fotográficos en San Marcos, en donde realizaremos una devolución de una parte de las imágenes de ese taller a la Federación Universitaria. Finalmente, con algunos miembros del Grupo de Investigación Comunicación y Subjetividades venimos explorando alrededor de la imagen generativa.
Asimismo, compartimos unas palabras de reflexión de las fotógrafas Rosa Villafuerte Salinas y Patricia Marín Casafranca, quienes participaron, como mencionamos anteriormente, en la creación de este fotolibro.
Rosa Villafuerte participó en el Taller de El Agustiniano saliendo de su adolescencia y, como ella menciona, todo lo que acontece en esa etapa de la vida es un descubrimiento. Reconoce que la exigencia de los primeros talleres de TAFOS, en cuanto a lo que podían fotografíar, no es igual a la exigencia de los talleres consiguientes. La cámara era su compañera en la cotidianidad de la vida, como el uso del celular en nuestra actualidad, siendo la diferencia el tiempo mayor de espera para poder observar aquello que habían fotografiado. Sus redes sociales fueron las exposiciones callejeras que hacían en los barrios, en donde los vecinos de la comunidad antes de mirar si era una buena foto, buscaban identificarse a sí mismos o a los suyos, luego venía la reflexión de la dura realidad que los rodeaba, la falta de servicios básicos, la pobreza y cree que en último lugar si era o no una buena foto.
Asimismo, nos comenta un dato interesante: el pichinchu, primera figura que le emociona del libro, fue un diseño de Helga Müller-Herbon, una especie de mascota, le comenta Eleana Llosa, el cual fue logotipo de TAFOS, rescatado para este libro. Por otro lado, leer parte de las extensas entrevistas que les hicieron a algunxs integrantes de los talleres también, he imaginar los lugares donde los entrevistaron, así como hace muchos años cuando participaron de la experiencia.
Este libro también significa para ella, mantener vigente el archivo fotográfico que administra la universidad, que no es un archivo solo para estudiosos sociales o libros especializados en realidad peruana, sino es nuestra historia, la historia contada por y para las personas de a pie de los barrios.
Patricia Marín Casafranca estuvo vinculada en dos oportunidades a los talleres del proyecto TAFOS. Por un lado, como participante en el Taller de Fotografía Social de la ONG Guaman Poma de Ayala del Cusco; y, por otro lado, en Lima, coordinando directamente con su co-directora Helga Müller la difusión del contenido logrado por dicho Taller, en la revista Paz: tarea de todos, del Centro de Estudios de Acción para la Paz (CEAPAZ).
Para Patricia, fueron años de convulsión, pero también de esperanza, y cómo a muchos de los que participaron en la experiencia de TAFOS, para ella, tener la posibilidad de capturar imágenes diversas que le “jalaban el ojo o el corazón” fue un gran ejercicio, que hoy se convierte en aporte, gracias a iniciativas del Repositorio TAFOS, como la publicación del libro aquí mencionado. “TAFOS en Formación” incluye algunas de sus fotografías que ella misma podría calificar de “postmoderna”.
Felicita directamente al docente e investigador Ángel Colunge por hacer “hablar”, mediante las fotografías, a muchos testigos de aquellos tiempos que, lamentablemente, la historia puede haber olvidado.
Compartimos algunas fotografías de la presentación del fotolibro. Agradecemos al Vicerrectorado de Investigación PUCP (VRI) por el archivo.