¿Cómo contribuye el cine a la construcción de la memoria sobre el conflicto armado interno?

13/5/2024

Dos docentes del Departamento Académico de Comunicaciones, James Dettleff y Natalia Consiglieri, comparten sus reflexiones y comentarios sobre la construcción de la memoria mediante productos culturales audiovisuales.

Durante el pasado mes de abril se llevó a cabo la Semana de las Memorias, un espacio que invitó a toda la comunidad PUCP a reflexionar, analizar y reconocer las memorias sobre el conflicto armado interno. Hacer memoria es tarea de todas y todos para construir un mejor futuro basado en las investigaciones y reconocimiento del pasado.

Conversamos con dos docentes de Comunicaciones sobre el rol del cine en la construcción y disputa de la memoria, tanto personal como colectiva, de la manera como se evocan acontecimientos que marcaron nuestra historia reciente.

El Dr. James Dettleff nos comenta que la construcción de la memoria es un proceso activo, un hecho que se da en el presente a partir de elementos que nos ayudan a gatillarla. El docente cita a Pierre Nora, historiador francés conocido por su trabajo en tema de identidad y memoria, quien indica que uno de los objetivos de la construcción de monumentos, memoriales, lugares de memoria, es el poder ayudar a la población a enfocarse en la memoria y poder reconstruirla.

El docente menciona que los productos culturales tienen dos aristas interesantes de analizar. Por un lado, los productos culturales gatillan la memoria, ayudan a enfocarnos en ella y reconstruirla de ser necesario. Sin embargo, por otro lado, al igual que los memoriales o archivos, estos productos son de alta selección - como cualquier elemento de memoria - con recuerdos y olvidos. Por ejemplo, las películas son productos culturales que generan mucha producción de memoria, pues con sus narrativas reproducen hechos, personajes, sucesos, que en muchos casos son traumáticos para la población, donde la memoria y el recuerdo pueden ser dolorosos.

Asimismo, la Mg. Natalia Consiglieri nos comenta que toda producción cultural, como el cine, resulta fundamental para reelaborar el pasado y darle sentido en nuestro presente. En una sociedad donde una importante parte de la población prefiere el olvido o las narrativas maniqueas, el cine ha abierto trecho para que seamos capaces de reflexionar sobre nuestro pasado y confrontemos las memorias familiares y personales con narrativas que buscan acoger y tejer con memorias más abiertas y complejas.

En contextos como el actual, de violenta polarización y “terruqueo”, el arte nos devuelve la capacidad de comprender la complejidad de la existencia humana, atravesada por expresiones de afecto y también de violencia, para, desde ahí, mirar los desafíos que tenemos como sociedad y confrontar todo intento de generar una historia única y cerrada, donde la deliberación y la pregunta no tienen cabida.

En esta línea, el egresado de la PUCP y docente del Departamento de Humanidades, Mag. Joel Calero, estrenó el pasado 25 de abril la película La piel más temida, la segunda película en la tetralogía fílmica del autor sobre la memoria del conflicto armado interno. En ella se presenta al personaje Alejandra quien, tras haber vivido 20 años en el extranjero, retorna al Perú para hacerse cargo de unos asuntos familiares, descubriendo en el trayecto que su padre, preso condenado por ser militante de Sendero Luminoso, sigue vivo.

Esta cinta invita a la reflexión a través de las relaciones interpersonales sobre los ecos del conflicto armado interno, se combina lo personal y privado con lo colectivo. “El cine que me interesa es aquel que me emociona y conecta con mi experiencia personal. Como cineasta, quiero que mis películas logren también eso con el público. Por eso, hablo sobre nuestra realidad nacional pero no desde un discurso académico sino a través de las vivencias personales” (Calero, 2024). 

Las y los invitamos a leer la nota completa de Punto Edu PUCP sobre la cinta en el siguiente enlace.